La celulitis (paniculopatía edematofibroesclerótica) es una alteración del tejido adiposo subcutáneo que se presenta preferentemente en las nalgas y muslos de la mujeres a partir de la adolescencia. Los adipocitos se disponen formando módulos rodeados de tejido fibroso, que dan a la piel ese aspecto tan típico de “piel de naranja”.

Hasta los años 80 el tratamiento de elección para la celulitis era la liposucción, pero a partir de entonces han ido apareciendo tratamientos médicos no quirúrgicos  bastante eficaces, que nos permiten combatirla sin necesidad de pasar por el quirófano. Aun así, todavía sigue siendo el tratamiento de elección en algunos casos.

Entre los tratamientos no quirúrgicos citaré en primer lugar la mesoterapia, que consiste en la inyección superficial (mediante micropunción) de un cóctel de medicamentos destinado a mejorar la microcirculación de la zona, activando de esta manera el metabolismo adipocitario, y consiguiendo una disminución del volumen de los adipocitos y una reestructuración del tejido, mejorando o eliminando la “piel de naranja”. Se suelen necesitar unas 8 sesiones con un intervalo semanal.

Otro tratamiento muy útil para disminuir los acúmulos grasos localizados es la intralipoterapia. Esta técnica consiste en la inyección en tejido graso de una solución que destruye los adipocitos. Se precisan 3 0 4 sesiones con intervalo de 4 o 5 semanas entre ellas.

Otro tratamiento eficaz y que se puede utilizar solo o asociado a otro, es la terapia subdérmica, endermologie o LPG. Consiste en un masaje aspirativo que rompe los tractos fibrosos que provocan la piel de naranja, drena el tejido graso y estimula la microcirculación activando las fibras elásticas de la piel. Con ello conseguimos disminuir volumen, alisar la piel de naranja y mejorar la hidratación, aspecto y textura de la piel.