Hasta hace unos años relacionábamos rejuvenecimiento facial con complicadas intervenciones de cirugía estética. Actualmente, aunque las intervenciones quirúrgicas siguen teniendo sus indicaciones, podemos contar con métodos menos cruentos que nos permiten mejorar el aspecto de nuestro rostro de una forma natural y sin tener que interrumpir nuestras actividades cotidianas. A continuación pasamos a exponer un PROTOCOLO DE REJUVENECIMIENTO FACIAL COMBINADO indicado para mitigar los primeros efectos del envejecimiento.
FASE UNO.- Renovación celular externa mediante un peeling superficial con un alfa–hidroxiácido (AHA). Se produce una descamación leve de la capa más externa de la epidermis a la vez que se estimula el crecimiento de las capas más profundas de la misma. Con esto conseguimos un aspecto más luminoso, cerramos el poro, atenuamos las discromías y uniformizamos el tono de la piel. Esta fase nos sirve para preparar la piel para los siguientes pasos.
FASE DOS.- Polirevitalización mediante la inyección por micropunción de un coctel de vitaminas, minerales y ácido hialurónico (54 elementos). Mediante este coctel aportamos a la piel los elementos que necesita para regenerarse y producir fibroblastos, colágeno y elastina. A partir de este procedimiento la piel se muestra más tersa, las arrugas más finas se mitigan y damos algo más de volumen a las zonas deprimidas.
FASE TRES.- Hidratación profunda con ácido hialurónico no reticulado. Consiste en la inyección en la dermis media de pequeñas cantidades de ácido hialurónico. El resultado va a ser un cutis mucho más terso e hidratado, un óvalo facial más definido y un alisamiento de las pequeñas arrugas y líneas de expresión.
FASE CUATRO.- Relleno de surcos y arrugas de expresión, así como reposición de volúmenes en zonas deprimidas con ácido hialurónico altamente reticulado. Mediante la inyección en dermis profunda podemos llegar a disminuir e incluso borrar los surcos y arrugas de expresión, y reponer el volumen perdido en zonas como labios y pómulos.
El resultado final es muy natural, sin cambiar la expresión de nuestro rostro. Además, durante todo el proceso, podemos seguir con nuestras actividades habituales.
El número total de sesiones, así como la frecuencia de las mismas, vendrá dado por el tipo de piel, la edad del paciente y el grado de envejecimiento.